sábado, 26 de noviembre de 2011

El Teúl






El Teúl es una importante zona arqueológica mesoamericana ubicada en el cerro del mismo nombre, en el Municipio de Teúl al sur del estado de Zacatecas, México. Se localiza muy cerca del estado de Jalisco.

Se considera que este sitio, es uno de los pocos sitios en el continente con una ocupación ininterrumpida de 200 a. C. a 1531 d. C. La cronología de ocupación es comparable con ciudades como como Cholula, en Puebla.

Es posible que el sitio fue un centro ceremonial de los Caxcanes, uno de los grupos más aguerridos contra los conquistadores españoles y a quienes estuvieron a punto de derrotar en la famosa Guerra del Mixtón.

La ocupación caxcana del Cerro del Teúl se estima en dos siglos (1350/1400 a 1531 d. C.) . La destrucción del área ceremonial, de esta etapa en particular, ocurrió cuando los caxcanes reincidieron en usarlo como lugar de culto.

En la zona de Zacatecas, Teúl fue ocupado por lo menos seis siglos antes que otros centros ceremoniales importantes, como La Quemada y Altavista, y fue contemporáneo durante el Clásico Medio y el Epiclásico, del 400 al 1000 d. C., para luego ser ocupado otros 500 años después del abandono de los mismos.

Se han encontrado evidencia de incendios del periodo Epiclásico, (600 a 900 d. C.) así como tumbas de caja. Éstas datan de entre los años 200 a 500 de nuestra era, evidencia de los cambios en patrones funerarios, al pasar de las tumbas de tiro a las de caja.

Esto tiene importancia porque es el momento en que las culturas de Occidente empiezan a integrarse a las del Bajío y del valle de México.

Hasta ahora no se sabe cómo eran los caxcanes y cómo era su cerámica. En relación con la ocupación de este sitio, no se sabe quien construyó la ciudad originalmente y quien la habitó antes de los caxcanes.

El Teúl fue habitado durante mil 800 años, tres veces más ocupación que los sitios La Quemada y Alta Vista, también en Zacatecas, que tuvieron seis siglos de ocupación.


Catedral de Zacatecas





La iglesia, era, y sigue siendo una amplísima nave coronada por una cúpula octagonal que se adorna con motivos florales pintados en argamasa; a los lados a modo de cruceros, dos grandes capillas laterales tambien con cupulas que permiten la intromisión de la iglesia de sendas portadas ricamente adornadas y que niegan los eternos arcos formeros del crucero común el claustro es un ejemplo magnifico del barroco ondulante mexicano del barroco tembloroso ganoso ganoso de movimiento logrado aquí por molduras enormes gordas como boas que se apoderan de las pilastras del primer piso, mueren por la necesidad en la cornisa que todo lo detiene.

Y el claustro lleva cúpulas en las esquinas, como lumbreras, pero de un tamaño tan desaforado que no fue solo necesario dar luz él construirlas sino él enriquecerlo ya que según las crónicas fue hecho con el dinero de un Tahúr que en noche de fortuna vio sus bolsillos llenos de doblones.

La fachada lateral aun existe, por fortuna. Eso sí, roto o destruida. (Siendo actualmente reparada por un grupo de intelectuales zacatecanos, que se dieron cuenta de la necesidad de devolver a su ciudad la dignidad artística que antes poseía.

Es la catedral la joya arquitectónica de Zacatecas por excelencia. Es desde luego una de las obras más representativas del barroco mexicano, es decir de ese barroco opulento, y magnifico, matizado de indígena. Tan diferente al europeo en su técnica y en su espíritu y en su simbolismo interno. Es esta catedral una síntesis, un retrato de esa ansia, de esa rebeldía convertidas en piedra y en oro del arte mexicano del siglo XVIII. Su construcción corre de 1730 a 1760, mas o menos la época en la que el barroco llega a su plenitud y se convierte en el extraordinario y churrigueresco que florece precisamente después de 1768 fecha de construcción del sagrario de la ciudad de México.
El pensamiento de su ignorado arquitecto fue audaz concibió una catedral, mas que una parroquia (que esta ultima jerarquía litúrgica le tocaba entonces), parece que percibía el advenimiento de una merecida mitra que llego hasta 1864.


Es de tres naves, tiene tres portadas; tres cuerpos forman su fachada principaly tres columnas enmarcan los nichos de sus trece estatuas. Él numero sacro de la Trinidad estuvo sin duda en la mente del arquitecto que como veremos gustaba del simbolismo a fuera de autentico artista barroco. El interior es de orden dorico en sus grandiosas columnas, pero un inquieto zigzag de sus primeros tercios hace que mueva sutilmente la mole inmensa evitando así la rigidez rectilínea de la estética clásica también en sus bóvedas, de lunetos en la nave sZcentral y baidas en las laterales juguetean cenefas policromadas en las claves se asoman entre hojas y frutos imágenes de santos y alegorías.
En el centro son obispos y “veinte santos clérigos variando ya en Ángeles, en niños, desnudos que les acompañan cubiertos con el pulido follaje que concibió para el dibujo la fantasía más galana, recuerdan fue, los obispos y clérigos, su categoría la iglesia matriz; los de la nave derecha son símbolos marianos como corresponde al atar del fondo donde se guarda la imagen de nuestra señora de los Zacatecas; los de la nave derecha son signos mesiánicos de acuerdo con el Santo Cristo que alli se venera, su cupula era digna coronación ostentosa del templo con sus ocho gajos cubiertos de azulejos en una gran cruz de hierro forjado en la linternilla y una rica veleta esgrafiada que contaba los pasos de Eolo”.
Ahora desde 1836 la cúpula es una imitación de la de Loreto de México, dura de líneas sin adornos y desgajada del conjunto.
Pero son las fabulosas fachadas las que asombran a quien tiene el privilegio de estar ante ellas. La Principal fachada, en 1754 es a modo de un gigantesco retablo de piedra de tres cuerpos y un remate en arco conopial de cuya punta brotaba una cruz de pétrea filigrana; en el centro la redonda ventana del coro como una rosa gotica formando un arco prodigioso por su ramo de uvas entre los que juegan al escondite niños minúsculos.

La fundación de Zacatecas, iniciada el 8 de septiembre de 1546 cuando Juanes de Tolosa llegó a este territorio para buscar plata, según le había informado el cacique del pueblo indígena de Nochistlán, constituyó el punto de partida para nuevas exploraciones en el norte de la Nueva España. Apenas cuatro años después de su fundación, el asentamiento minero reunía una población bastante densa, formada por españoles e indígenas, que laboraban en las minas y el comercio, destacando entre sus construcciones cinco iglesias pequeñas, propiedad de los mineros, y una a la que asistían el resto de los habitantes, que se convertiría en la iglesia mayor de la futura ciudad.

La presencia de eclesiásticos desde fechas tan tempranas contribuyó a la difusión de la cultura impresa tanto en lo que podrían ser los sectores ilustrados como entre los propios mineros. Hacia 1559, el bachiller Francisco Cervantes de Salazar realizó una visita a las minas de Nuestra Señora de los Remedios de los Zacatecas para investigar el tráfico de libros prohibidos, encontrando gran cantidad de ejemplares en diversos pobladores.

Con el paso del tiempo, muchos de los eclesiásticos que fueron destinados a este lugar y aquí murieron, donaron sus libros a la Parroquia Mayor. Durante el siglo XIX esta práctica aumento, especialmente cuando Zacatecas fue erigida diócesis episcopal en 1864, pues hasta entonces estaba integrada en la de Guadalajara. Los diversos obispos, así como los miembros del Cabildo Catedralicio fueron donanando sus bibliotecas particulares, hasta reunir un acervo que supera los 20,000 títulos. Comprende diversas materias en el campo religioso, científico y filosófico, con obras fechadas entre el siglo XVI y XX.

Actualmente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia organiza esta biblioteca a través de sistemas informáticos, para facilitar su consulta e investigación.





Exquisito ejemplo de la arquitectura churrigueresca mexicana, se construyó entre 1718 y 1752, y su inigualable exuberancia barroca es tal, que bien se pudiera interpretar como un estilo diferente. Aquí, la ornamentación se apodera de su portada principal y la escultura se vuelve fachada: la cantera rosa labrada es un abigarrado encaje, rebosante de imágenes vegetales y símbolos religiosos. Alegoría de la Santísima Trinidad, tiene tres naves, tres portadas, fachada de tres cuerpos, y tríos de columnas salomónicas que enmarcan los nichos de donde se aloja Dios, Cristo y los doce apóstoles. La explosión ornamental externa contrasta con su mesurado interior, neoclásico y solemne.

Iglesia mayor-catedral. En el siglo XVI, la iglesia mayor -posteriormente parroquia y catedral- estaría llamada a ser el centro de la traza urbana de Zacatecas. Estaba ubicada al pie del cerro de La Bufa, mirando hacia el cerro del Grillo, situado al poniente. Al costado sur de la iglesia se ejecutó una amplia plaza mayor que se limitaría por edificios públicos y que se utilizaría para el comercio. Al costado norte de la iglesia, se construyó una plaza de menores proporciones que no tendría nombre sino hasta principios del siglo XVII cuando se le conoció como la plaza del Maestre de Campo y más tarde, en el siglo XVIII la plaza del Pirámide. Se ubicaba durante el siglo XVI exactamente en el sitio donde hoy se yergue la catedral de Zacatecas con la advocación original a Nuestra Señora de los Remedios. Tal parece que su construcción data desde 1559, ejecutada probablemente a base de adobe y alguna piedra. Hoy sabemos que uno de los grandes benefactores de aquella modesta construcción lo fue el mismísimo Baltasar Temiño de Bañuelos, quien poco antes de la concesión del título de ciudad a Zacatecas la mandó remozar, financiándole un techo que ya no se viniera abajo con las lluvias, mandándole hacer un retablo a la ciudad de México y comprándole un reloj -el cual finalmente pagó con cierta esclava negra- que sería el primero en dar la hora a los zacatecanos desde su iglesia mayor. No sabemos a ciencia cierta cómo era aquella primitiva máquina de medir el tiempo, pero sabemos que funcionaba con correas de jarcia y que era atendida de vez en vez por un arcabucero, que laboraba para el ayuntamiento. A partir de 1567 estuvo rodeada de un atrio-cementerio que se extendía hacia la plaza mayor, la plazuela que sería más tarde la del Maestre de Campo y hacia al frente. A principios del siglo XVII el edificio estaba arruinado. Otro en el mismo sitio fue proyectado y construido entre 1612 y 1625, atribuyéndole a Francisco Jiménez la obra de arquitectura. Este nuevo templo se encontraba a su vez sumamente deteriorado en los albores del siglo XVIII, por lo que la edificación del hermoso templo que hoy conocemos comenzó en el mismo sitio en 1718, siendo consagrado en agosto de 1752, cuando sólo tenía su torre sur y la fachada principal.

Von Tempsky nos ha legado una descripción del inmueble a mediados del siglo XIX:

La catedral es un edificio noble y está situada a un lado de la plaza; tiene su entrada principal sobre una callecita estrecha. De sus dos altas torres, una en especial parece dar una vista que va más allá del pequeño valle circundado de montañas. La otra torre no pudo ser terminada antes de que se iniciara la guerra de independencia, y así se quedó hasta nuestra llegada , esperando quizá la ocasión de ser acabada y alcanzar la misma altura que su compañera. El efecto de esta estupenda construcción se pierde por la falta de espacio alrededor de ella. Esta es una desproporción frecuente en México, así como lo opuesto, cuando un espacio excesivamente grande alrededor de una edificación, hace que esta pierda su imponente aspecto.

Al asomarse dentro del soberbio monumento, Von Tempsky descubrió que:

espléndido desde cualquier punto de vista. Oro y plata macizo y chapeado, pueden observarse por todas partes. La planta de la nave es grande, pero con un decorado tan exuberante que se reduce la impresión majestuosa que por sí sola causaría.



Adquirió el rango de catedral en 1862. La torre faltante no se ejecutó sino hasta 1904, por el célebre arquitecto de Tepetongo, Dámaso Muñetón.

En sí misma la catedral de Zacatecas es un monumento al esplendor del barroco mexicano y representa, como lo ha dicho J. Jesús López de Lara, un libro de piedra al que le han cantado poetas y artistas.

Federico Sescosse, zacatecano vocacional, alguna vez describió la fachada de catedral:

La fachada principal mira al ocaso; su cantería tiene ordinariamente el color moreno y suave de una joven criolla, pero algunas tardes al meterse el sol entre los cerros, parece que se incendia, que la sangre a través de la piel se transparenta, y el alma del que mira, goza al contemplar el rubor de la piedra.



Sierra de Órganos





El Parque Nacional Sierra de Órganos es una de esas reliquias que la naturaleza, como buen coleccionista, guarda en un rincón de la tierra, bastante escondida y protegida. Podría decir que se trata de un valle rodeado de formaciones rocosas encadenadas como una sierra pero que más que una sierra repito, son formaciones rocosas caprichosas de gran tamaño con una edad prehistórica.

Nadie sabe cómo se acomodaron de manera tan desordenada, pero allí están intactas. Gigantes macizos de piedra que en general mantienen una forma irregular en común: columnas verticales (como órganos antiguos de iglesia, de ahí el nombre).

Algunas tienen un par de metros de atura y otras superan los cientos. Algunas juegan con el equilibrio al sostener sobre sus puntas agudas una piedra redonda, cuadrada u ovalada (ninguna forma es precisa, solo son aproximaciones). Es impresionante la armonía de la naturaleza.

Es del tipo de paisajes que hace volar muy alto la imaginación. En Sierra de órganos podrías imaginar que unos gigantes hace mucho tiempo estaban jugando Jenga con las piedras. En muchos casos son macizos enteros pero en otros casos, son piedras encimadas. A veces parece que están a punto de caerse.

Los senderos son tres y entre ellos hay campamentos, es decir, áreas donde puedes acampar. En el primer campamento hay dos senderos muy distintos entre sí. Sólo hicimos uno, exactamente el más fácil. Es un sendero que va a tener un trayecto más largo pero aun no lo terminaron, entonces caminas a lo sumo unos quinientos metros. Luego hay otro de 2 km, no está muy delimitado, y bordea la sierra y te permite apreciar otras formaciones que de otro modo no verías. El suelo estaba muy embarrado por lluvia y por eso no lo hicimos. Aconsejo que para hacer ese sendero, se consulte a los guarda parques para tener las instrucciones correctas y no perderse.

Llegamos hasta la zona del segundo campamento, que es probablemente la más popular ya que está inmersa entre las formaciones más exóticas y el paisaje te absorbe de una manera...

Tomamos el tercer sendero que te lleva por 2 km aproximadamente en forma de circuito (siempre avanzando terminas casi donde empezaste).

Es un camino hermosísimo que te acerca a observar cada formación, que te lleva entre matorrales y coníferas y te cruza con palma yucas, flores violetas y amarillas, arbustos, biznagas, magueyes, ocotillos, nopales, pinos y encinos.

En Sierra de Órganos, de eso se trata: caminar, observar el paisaje, tomar fotos con las diversas perspectivas de luz y recorrer en bicicleta. Como parque nacional es una área protegida y no se permiten actividades que generen un impacto. También te puedes quedar a acampar, hay parrillas para prepararte un asado o cocinar algo. No dudo que si volviera eso haría, pasar una noche de cielo estrellado en ese valle debe ser espectacular, o bien una noche de luna llena y contemplar el reflejo que esta genera sobre las formaciones (ya me dieron ganas!).

El Parque Nacional está abierto todo el día pero el acceso de 8 a 17 hs., la entrada tiene un costo pero no recuerdo cual.

¿Cómo llegar?

Sierra de Órganos está ubicada a 30 km de Sombrerete en una desviación de la carretera 45 Zacatecas-Durango. Para llegar en auto hay que tomar la carretera 45 ya sea en dirección a Durango o Zacatecas dependiendo de donde provengas. Hay una señal en la carretera que te indica la desviación que pro unos 10 km aproximadamente te conduce hasta el parque nacional.



Cerro de La Bufa





Ubicado al este del Centro Histórico de la Ciudad de Zacatecas a una altura de 2657 m.s.n.m, el Cerro de la Bufa es el sitio ideal para admirar la ciudad y sus alrededores. El nombre "bufa", proviene de la palabra de origen aragonés que significa "vejiga de cerdo" y fue llamada así por Juan de Tolosa, uno de los primeros españoles que llegaron a la región. Aquí se asentaron varias tribus de los Zacatecos, quienes dieron su nombre a la ciudad. Al ennoblecer la ciudad el 20 de Junio del año 1588, el Rey Felipe II de España le concedió un escudo de armas en el cual, entre otros elementos, se puede apreciar al emblemático Cerro de La Bufa, en cuyas faldas fue fundada la Ciudad de Zacatecas el 8 de septiembre 1546.En 1914, fue el escenario de la última y más sangrienta batalla de la Revolución Mexicana. Cabe destacar que en el Cerro de la Bufa, se encuentra la terminal del Teleférico de Zacatecas, el cual une al Cerro de la Bufa con el Cerro del Grillo y la Mina "El Edén". Además del propio atractivo que tiene el cerro, se pueden recorrer una serie de lugares de interés localizados en su explanada: La Plaza de la Revolución Mexicana, el Santuario del Patrocinio, el Museo Toma de Zacatecas, el Observatorio Meteorológico y el Mausoleo de los Hombres Ilustres. Les recomendamos que lleven zapatos cómodos, sombrero y protección solar durante los días calurosos, y si es posible, unos binoculares aunque desde el mirador se encuentran binoculares de moneda.

Mina El Edén





De impresionante estructura natural, la "Mina El Edén" sobresale no solamente por su grandeza, sino también por ofrecer un espacio didáctico, cultural y recreativo. El sito abrió sus puertas en el año de 1975, después de haberlo acondicionado con puentes colgantes, escaleras, miradores, un tren de acceso, escenificaciones de la actividad minera e iluminación especial, al igual que un museo de piedras y minerales que exhibe una preciosa colección de minerales de la región. No podían faltar las entretenidas leyendas y mitos narrados por los expertos guías, así como la increíble y novedosa discoteca "El Malacate", equipada con tecnología de punta y ubicada en la bóveda donde se llevaba a cabo la molienda de los minerales. A ésta se tiene acceso abordando un pequeño tren por el Socavón La Esperanza a través de un túnel de 600 metros.
MuseoVisitar la mina será toda una aventura desde el momento que se ingresa a través de un tren que desciende 320 metros bajo el cerro de " La Bufa". El recorrido es de alrededor de 2 kilómetros en los que se puede apreciar gran cantidad de galerías, puentes colgantes y túneles que permiten imaginar las complicadas condiciones de trabajo que tenían los mineros. El paseo se enriquece con una interesante explicación que describe detalladamente la actividad de la minería, cuya época de mayor esplendor fue durante los siglos XVII y XVIII, con el oro y la plata como principales productos. La mina cuenta con 7 niveles, pero el trayecto se realiza en el cuarto, desde donde se pueden observar los niveles inferiores completamente inundados.
TelefericoAl finalizar el tour, tendrá la opción de regresar a la entrada de la mina o de ascender 30 metros más para dejarle a 100 metros del teleférico y continuar así el descenso en esta otra sorprendente travesía desde el cerro de "El Grillo" hacia la falda del cerro de " La Bufa", a una altura de 85 metros de altura, en un recorrido de 650 metros admirando la sensacional vista panorámica de la ciudad y permitiéndole disfrutar de la belleza arquitectónica de Zacatecas, con sus impresionantes construcciones coloniales y sus hermosos callejones.
MinaZacatecas cuenta con yacimientos de minerales no metálicos para uso industrial tales como el caolín, ónix, cantera, cuarzo. De sus minas aún se sigue extrayendo plata, plomo, oro, cobre, zinc y cadmio. La "Mina El Edén" es la única del país que permite al público adentrarse en ella para maravillarse ante su indescriptible estética y gran riqueza natural. Por ello, no puede dejar de visitarla cuando viaje a Zacatecas, fascinante destino turístico y uno de los más atractivos del mundo que preserva en su naturaleza la primordial riqueza minera del mundo.